Momento de respirar, sentir, disfrutar, amar, compartir y enseñar. Esa fue la experiencia total de una travesía llena de logros y éxitos. Pero no quiero enfocarme en lo que todos saben, quiero enfocarme en lo que casi todos los que se encuentran fuera de esta empresa desconocen.
La clase de persona tan apasionada, gentil y llena de amor que hay dentro de usted.
Es algo que sin duda, no tiene precio, es algo que sin temor a equivocarme se encuentra solamente en el 1% de las personas que tienen su puesto en todo el mundo. Agradezco infinitamente el tacto con el que trató a cada una de estas personas que laboran en St. Regis Punta Mita, gracias por valorar nos como personas, gracias por el detalle de tomar el tiempo y aprender cada uno de los nombres de los asociados de esta empresa, por compartir lágrimas y momentos de su vida con nosotros, gracias por los conocimientos que deja para los que los supieron tomar, y gracias también por los regaños que se los llevó el viento, pero que nos enseñaron a cambiar nuestra perspectiva de la situación, agradezco personalmente los detalles de gentileza que tuvo con un servidor, los detalles laborales que también tuvo conmigo.

Gracias por ser un visionario no sólo de los proyectos como empresa, sino también de los proyectos personales, que ayudaron a muchos como yo a crecer, que cualquier otro hubiera ignorado pero que más sin embargo forjan el futuro de sus discípulos y colaboradores.
El mundo es pequeño y la vida es muy corta, pero sin duda esperó que nuestro camino nos lleve a estar del mismo lado algún día, una vez más.
Gracias infinitas y los mejores deseos hoy y siempre.

Un abrazo,
De un ferviente admirador y por siempre amigo.
Con cariño sincero y from the hearth,

Cesar Estrada